Psicoanálisis con Acento, Cuerpo y Cultura.
- Diásphora Psi
- 8 jul
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Tainã Rocha
Con Acento porque no existe neutralidad. Cada discurso tiene una historia, cada persona se expresa desde un lugar de lugar, desde una inscripción en el mundo. El acento no es un error ni ruido, es una marca de singularidad, es un eco de la condición inmigrante, señala la alteridad del sujeto en el psicoanálisis. Es también una forma de reescribir nuestra transferencia con el psicoanálisis como un lazo vivo, que se abre a la diferencia y rompe con la pretensión de un psicoanálisis único, neutral y universal.
Con Cuerpo porque quienes sufren también tienen color, clase, género, edad. No solo escuchamos palabras, sino también lo que pulsa en el cuerpo que habla. Un cuerpo afectado por el racismo, por el género, por las exclusiones que se repiten a lo largo de la historia. Un cuerpo hablante, dividido, marcado, que sufre, goza, resiste. No hay clínica sin cuerpo. Y el cuerpo del analista también está implicado, ya que su presencia es lo que sostiene el campo de la transferencia.
Con Cultura porque nadie se construye al margen de los lazos sociales, sin el Otro, ajeno a las coordenadas del mundo y del tiempo en que vive. La cultura no es un accesorio, es una estructura simbólica; es donde el sujeto se forma, se deforma, tropieza. En este sentido, cultura es el conjunto de discursos que organizan nuestra experiencia, ofreciendo maneras de nombrar el deseo, el sufrimiento... El inconsciente, este extraño-familiar, también está atravesado por el malestar cultural.
"Psicoanálisis con acento, cuerpo y cultura" es la manera que encontramos para decir que aquí, la escucha contempla el lugar de donde vienes, las marcas que llevas y el lenguaje con el que aprendiste a narrarte y a callar. Una clínica que se posiciona con delicadeza y que tiene un compromiso ético: hacer del psicoanálisis un espacio de palabra posible para quienes han sido silenciados tantas veces.

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