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Pandemia e inestabilidad política: ¿cuáles son los impactos en la salud

Actualizado: 29 oct 2022

Gicelma Barreto Nascimento

Tainã Rocha


¿Cómo está tu salud mental? ¿Te preocupa este aspecto de tu vida? ¿Es un tema de conversación presente en su contexto social? ¿Sabes qué factores te afectan y qué factores te fortalecen emocionalmente? ¿Sintió la necesidad de iniciar la atención psicológica en el 2020 o en los siguientes años?


Para el psicólogo Martín De Lellis (2014), la salud se entiende como la “situación de relativo bienestar físico, psíquico, social y ambiental - lo máximo posible en cada momento histórico y circunstancia sociocultural determinada -, considerando que tal situación es producto de la interacción permanente y recíprocamente transformadora entre la persona y su entorno humano". Esta definición entiende la salud como un proceso, cuya calidad está íntimamente relacionada con las condiciones sociales de vida de cada sujeto. Un conjunto de factores combinados crean condiciones sociales que impactan la vida y la salud de las personas. Se relacionan con factores macrosociales, macroeconómicos, ambientales, políticas públicas de salud y la posibilidad de acceso a las mismas. Por lo tanto, la salud mental se ve comprometida por “cambios sociales rápidos, condiciones de trabajo estresantes, discriminación de género, exclusión social, estilos de vida no saludables, riesgos de violencia y mala salud física y violaciones de derechos humanos” (OMS, 2018).


Recientemente nos encontramos con algunos datos sorprendentes de una investigación publicada en Brasil: ocho de cada diez brasileños de 15 a 29 años tenían algún problema de salud mental, según datos inéditos de Datafolha. Los entrevistados informaron sufrir con pensamientos negativos (66%), dificultad para concentrarse (58%) y ataques de ansiedad (53%). Además, más de la mitad (51%) considera que su salud mental es regular, mala o muy mala. Ante este escenario, nos preguntamos: ¿qué factores pudieron haber contribuido para ese aumento del sufrimiento producido en este grupo de edad de la población brasileña? La idea de este escrito es resaltar dos aspectos sociales actuales que han producido y producen una intensificación del sufrimiento psíquico: la pandemia de Covid-19 y el contexto político brasileño. Ambos contextos, cada uno en su particularidad, dan cuenta de cómo el vínculo social atraviesa la subjetividad y puede producir sufrimiento.


Con la pandemia del COVID-19, hubo algunos cambios en la forma en que nos relacionamos, las relaciones que antes eran cercanas se volvieron distantes, ya que el riesgo de contagio del coronavirus aumentaba con el contacto físico entre las personas, siendo adoptado como una forma de prevención el aislamiento social. La imposibilidad de encuentros, de contacto físico, tuvo efectos en nuestra psique, pero no fue solamente eso que impactó en nuestra salud mental en este período difícil, ya que esa etapa estuvo marcada por miedos, pérdidas, vacíos, duelos y problemas socioeconómicos. Ante este escenario, podemos plantear algunos factores que dejaron sus huellas y produjeron un aumento de la ansiedad, el estrés y la depresión en varios países. Por un lado, el miedo a la muerte propia o de los familiares, la pérdida de personas cercanas por el virus, la imposibilidad de despedirse, las incertidumbres y la falta de posibilidades de proyectarse hacia un futuro esperanzador. Por otro lado, experimentamos los impactos a nivel socioeconómico y también el sufrimiento que provoca la disminución de los ingresos y/o el desempleo, factores que aumentan la vulnerabilidad social de las poblaciones de bajos ingresos. En el consultorio, observamos un aumento de pacientes que buscaron atención luego de enfrentar, muchos por primera vez, algunas crisis de ansiedad (ataques de pánico) en este contexto pandémico.


Otro aspecto que ha impactado la salud mental de brasileños y brasileñas es el contexto político del país. Desde 2014, el país enfrenta una crisis política y social provocada por una serie de sucesos que ha producido una perturbación en la sensación de la seguridad provocando incertidumbre y una escisión en la forma en que afrontábamos las diferencias en el ámbito de la ideas y afectos. Podemos ubicar la caída de la imagen idealizada que se tenía de Brasil como patria-madre, hospitalaria, acogedora, alegre. De repente, lo que hacía con que 215 millones de personas se sintieran identificadas como brasileñas se derrumba, y aparece la división que siempre ha existido, pero que había sido reprimida, puesta debajo de la alfombra, cubierta por la máscara del Yo ideal, existente solo dentro de nuestro narcisismo. La máscara se cayó y no nos gustó lo que vimos, he aquí una forma sencilla de explicar lo que Freud llamó el retorno de lo reprimido. Lo que expulsamos por la puerta, vuelve por la ventana. La vergüenza y la segregación aparecen entonces como síntomas. La vergüenza de ser brasileño como efecto de la desinvestidura de esa identidad, la vergüenza por la distancia entre lo que somos y lo que nos gustaría ser. Por otro lado, la segregación como intento de negación, de excluir el otro de la categoría "brasileños" y así construir un lugar de excepción que preserva el yo: el otro, ellos son malos, yo y los míos no. El uso político de esto podría verse claramente con la naturalización del discurso del odio y la legitimación del deseo de exterminar al otro. Es por este escenario que la elección de 2022 se considera la elección más importante de los últimos años, y su peso ha llegado al diván.


En 2018, el conflicto aparecía en los lazos más estrechos, con familiares y conocidos, donde había dudas sobre qué hacer con esa relación, con la persona que se ama pero que decepcionó con su posición. Hoy el conflicto ha tomado las calles. Posicionarse políticamente empezó a ofrecer serios riesgos, ya no de ser cancelado en las redes, sino de ser cancelado en lo real. El nivel de violencia conmocionó y sigue conmocionando con cada noticia de alguien herido o muerto por vestir un color, por sus convicciones políticas, por ser quienes son. Esta violencia, que ha sido validada constantemente en los últimos 4 años, refleja el odio a la alteridad, la imposibilidad de reconocer la humanidad del oponente. Fue la apuesta por construir un futuro posible por vías democráticas lo que llevó a muchas personas a las urnas aquel pasado 2 de octubre. Pero, si en la primera vuelta lo que acompañó a la mayoría de los votantes fue la audaz expectativa de una definición sobre el futuro de Brasil, en el balotaje prevalece el miedo, el miedo de no haber un futuro por el cual luchar. Hay mucho en juego, lo que explica que estas últimas cuatro semanas hayan sido vividas por muchos con tanta tensión.


Según Jiddu Krishnamurti, “no es señal de salud estar bien adaptado a una sociedad enferma”, por eso la importancia de reconocer que este contexto es enfermizo, esto ya es un paso muy grande para poder actuar y saber qué hacer con eso. Independientemente del resultado de estas elecciones, necesitaremos aprender a lidiar con las diferencias, con las frustraciones, necesitaremos encontrar otro camino que no pase por el deseo de exterminio. También identificar y nombrar nuestros sentimientos para poder transitar de manera satisfactoria. Incluso la indignación puede servir como motor para transformar la realidad. Como dice la psicoanalista Vera Iaconelli, “nos enfermamos en el lazo social y también sanamos en el lazo social”, aquí señalamos la importancia de hacer circular la palabra y los afectos produciendo buenos encuentros. En palabras del escritor angoleño José Eduardo Agualusa: “Todos los sueños dan miedo porque son íntimos. La intimidad da miedo”. En cuanto al papel de los analistas en todo esto, poder afirmar que el diván es también el espacio para hablar de política.



Referencias


De Lellis, M; Interlandi, C; Martino, S (2014). Introducción a la salud como campo de conocimiento y escenario para la acción. Disponível em: https://docplayer.es/25809288-Introduccion-a-la-salud-publica-como-campo-del-conocimiento-y-escenario-para-la-accion.html


OMS (2018). Salud Mental: fortalecer nuestra respuesta. Disponível em www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response




#SaludMental #Pandemia #Política #Elecciones2022 #SufrimientoPsíquico



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